lunes, 19 de septiembre de 2011

Sentir un latido

PUM PUM PUM. Ya lo oigo. Antes, no había nada. 
Vacío, algo mucho peor que el silencio, algo más allá que te angustia y encoje el alma. 

¡Qué delicioso sonido el que regresa a mí! Creía haberte perdido ya para siempre.
Oscuros los tiempos en los que andaba asustada y dando traspiés sin tu guía, con solo un conjunto de neuronas que ni sienten ni padecen. 

¿Dónde te escondías? Creo que te encerraron en una caja, enclaustrado bajo hirientes clavos de hierro. Sin aire que respirar y sin luz que te iluminara te ibas marchitando cual rosa ha quedado sin pretendiente que la mime. 

En ese vacio de mi existencia muchos intentaron crear un Big Ban en mi interior. Unos llegaron más lejos que otros, haciendo saltar unos mm los cierrres de tu cofre claustrofóbico. Pero siempre volvían, con fiereza, a encajarse en su sitio. 

No era consciente de que la única guerrera que podía liberarte era yo misma. Basta de miedos, prejuicios y recuerdos tristes. 
¡Recupera la llave del fondo del pozo y haz que vuelva! "una voz me decía". 

Y aquí estás. Ya has vuelto. PUM PUM PUM. 
Ya te siento como nunca antes en mi pecho, fuerte, apasionado, dispuesto a todo.


Juntos, tú y yo, podremos con todo.

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