A tí y a tu geométrica racionalidad que solo encontrais cabida en el espacio definido por imperturbables líneas y ángulos obtusos.
Echa un vistazo y adéntrate en el mundo de lo imposible y lo abstracto.
Olvídate de las leyes que rigen tus actuaciones y guiña un ojo a los errores y a las excepciones.
Desecha los modelos rígidos e incompatibles con las variaciones que puedas sufrir en tu día a día.
Despierta cada mañana y sustituye tu primera mirada por caleidoscopios que te harán ver las inagotables dimensiones en las que te puedes aventurar.
Renueva tus camisas de cuellos rígidos y almidonados y deja libre tu cuerpo para que pueda recibir a lo inesperado.
Empaqueta tus prejuicios y preceptos y pon rumbo hacia la felicidad.