domingo, 6 de noviembre de 2011

Búsqueda

Y la ven sentada en un rincón. 
Sus decaídos hombros apoyados en un mosaico de pared desconchada de la que cae una fina arenilla blanca formando una capa de fría nieve alrededor. 

Mirada perdida en el ajetreo de la calle. Ojos ausentes que son la puerta cerrada con llave a su pensamiento. El velo tenue de la tristeza cubre su piel y la envuelve en una aura de melancolía y pesar.

Labios que una vez besaron con fiereza y pasión, ahora se agrietan resecos tras la humedad de las lágrimas nocturnas.

¿Quién fue? Ahora es una sombra que vaga de aquí para allá buscando entre los restos de las almas vulnerables pedazos para recomponer la suya propia. 

Un viaje sin descanso, ahogada en el agua turbia y oscura de la impotencia y la desazón.

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